Del latín symbŏlum, y éste del griego σύμβoλoν, el símbolo es la forma de exteriorizar un pensamiento o idea, incluso abstracta, así como el signo o medio de expresión al que se atribuye un significado convencional y en cuya génesis se encuentra la semejanza, real o imaginada, con lo significado.
Afirmaba Aristóteles que "no se piensa sin imágenes", y simbólica es la ciencia, constituyendo ambas las más evidentes manifestaciones de la inteligencia.
Los símbolos significan, en una época determinada aunque hay otros que perduran. Por eso es importante tomarlos en cuenta. Son una manera efectiva de relacionar nuestros proyectos con la sociedad. Defecto por el cual el Estilo Internacional dejó de ser productivo a partir de los 60's, y el collage del pop sí fue efectivo.
Según lo ha conceptualizado Michael Billig, banal es la forma difusa que toma el nacionalismo en las sociedades contemporáneas, convirtiéndose en un mecanismo omnipresente que orienta las percepciones y hace aparecer como natural la identificación entre una lengua, una cultura, un territorio y una comunidad política. Si comparamos la posición que adopta el ya mencionado Michael Billing sobre lo banal con el concepto de símbolo, descubrimos que guardan una estrecha relación en la Guild House ya que todos los elementos que aporta como símbolos, también podríamos calificarlos como banales.
La Guild House se convierte así, gracias a los símbolos, en una obra maestra, a pesar de su aparente vulgaridad. Podría decirse, parafraseando al propio arquitecto que esta obra, más que aprender de las Vegas, aprende de la monotonía del Movimiento Moderno, que aprende de la angustia metropolitana.
La premisa que utiliza Robert Venturi no es la objetividad, sino la libertad, estudia lo que le interesa en la arquitectura, es decir, la complejidad y la contradicción pero quizá quiso anteponer lo teórico a la riqueza del lenguaje artístico en sí, y habría que plantearse, como en sus críticas a la arquitectura moderna, si esto no sería de "reducida significancia".
Propone la contradicción como un método para conseguir la complejidad, hablaríamos de un enfrentamiento conceptual entre el pintoricismo y a la simplificación. La forma no define la complejidad del espacio, ni un objeto extremadamente complicado tiene que ser complejo. Venturi habla en su libro "Learning Form Las Vegas" del "pato" y la caja decorada, la figura del pato la extrajo de un quiosco de comida rápida especializado en aves, en forma de pato gigantesco. El autor hace una crítica a que la casa, o el quiosco se conviertan en una escultura donde la forma simbólica se apropie completamente de la arquitectura. Al pato, Venturi opone antitéticamente la caja decorada, una caja funcional, decorada de acuerdo con su función. Lleva estos conceptos a dos obras, la primera es la Guild House que correspondería a la caja decorada, una caja orientada a una función, con algunos ornamentos. Por otra parte, estaría la Crawford Manor que la trataría de "pato" por tener una expresividad fingida, por un diseño que quiere ser heroico y artístico y por "la forma por amor a la forma". Desde mi punto de vista, la Guild House, en relación con lo anteriormente expuesto, sería una caja decorada con patos en su fachada frontal ya que no solo introduce elementos propios de la función del edificio sino que también incorpora otros muchos símbolos que tendrían que ver con conceptos teóricos y que poca relación guardan con los ancianos para los que se ha proyectado el edificio.
Define la arquitectura equívoca haciendo una dura crítica a una serie de paradigmas arquitectónicos. La arquitectura acertada sería una arquitectura que no es "un pato" como la ya mencionada Crawford Manor ni una arquitectura del <
Venturi encuentra lo ambiguo, lo contradictorio y lo opuesto en sus digresiones históricas, sobre todo en la arquitectura del manierismo, del barroco y del rococó.
Aunque sería inadecuado y fragmentario calificar a Venturi de arquitecto de Pop Art, se manifiesta su cercanía con esa corriente ya que, como estos artistas, desde Robert Rauschenberg hasta Andy Warhol, también Venturi intenta superar los límites entre lo cotidiano y el arte; y como ellos, también saca de su contexto cosas que les son familiares y abre así nuevos significados. Este hecho se manifiesta en la Guild House por ejemplo en el remate del edificio con un elemento banal y convencional, una antena de TV que se pinta de dorado para una mayor presencia.
Podemos decir que el Pop Art le abre el camino de lo cotidiano como fuente de variedad, colorido y vitalidad.
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Debo confesar que no me siento especialmente identificada con los preceptos Venturinianos pero me gusta comprobar que hay otra forma de hacer arquitectura. Venturi ha expuesto sus particulares puntos de vista, no solo con sus obras sino también con su prosa y me parece de notable reconocimiento el hecho de que pueda llegar a realizar con ladrillos, acero etc. sus teorías narrativas, es capaz de construir la contradicción.
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